Así es... o por lo menos lo parece.

Tengo la sensación que lo que sucede aquí (social y políticamente hablando) no es ni más ni menos que lo que sucede en el resto del país y en el mundo.

Quizás hemos caído en una enorme trampa en la que las necesidades sociales siguen estando por debajo de los intereses corruptos, económicos y elitistas.

No hace falta nada más que ir a algún evento de "barrio", organizado por los habitantes de ese mismo espacio, y ver como se estructura socialmente la actividad previa y el evento propiamente dicho.

Caos, desorden, rollos de poder, discriminación... todo ello presente.

Entonces, ¿que podemos esperar?

Ojalá pudiéramos vernos en el espejo y comenzar desde allí.